Esta es nuestra propuesta, empezar a beber zumo de frutas y verduras frescas eco o bio si no lo hacemos ya, lo que nos permitirá asimilar en nuestro organismo todos los nutrientes que contienen (vitaminas, minerales, oligoelementos y bioflavonoides).
Tampoco podemos olvidar la fibra que aportan los zumos, que juega un papel imprescindible en nuestro sistema circulatorio y digestivo.
Si además combinamos los zumos con miel y própolis, pensamos que todavía puede resultar mejor.
Cómo seleccionar las mejores frutas y verduras para el zumo
Partimos de que vamos a preparar nuestro zumo en casa.
Un objetivo prioritario es que frutas y verduras sean frescas, maduras y sin renunciar a que estén libres de productos químicos de síntesis.
La opción agricultura ecológica, de un agricultor de confianza o de nuestros propios frutales o huerta son las más recomendables.
Nunca olvidarse de lavar la fruta o verdura con agua fría y secar estos alimentos a posteriori con un paño limpio.
Pelamos las frutas o verduras con piel dura, eliminando cualquier parte dañada.
Algunas semillas, como la de manzana o papaya no deben ser utilizadas para hacer zumo.
El hueso de otras frutas también debemos retirarlo.
¿Por qué tomar frutas y verduras en zumo?
Hay unas cuantas buenas razones para hacerlos. Te contamos 4 principales.
-Los zumos están muy ricos.
-Aportan nutrientes que complementan el resto de nuestra dieta.
-Su fibra regula el sistema intestinal.
-Enriquecen nuestra dieta en antioxidantes que nos ayudan a prevenir enfermedades y el envejecimiento.
Tipos de zumos que existen
No siempre es posible prepararnos un zumo fresco recién exprimido en casa. Si tenemos que acudir a una tienda o supermercado ecológico, o a nuestro proveedor local, estas son algunas pistas que nos ayudarán a elegir el tipo de zumo correctamente.
–Zumo puro: a partir de fruta fresca, pero con un tratamiento térmico para su conservación.
–Zumo concentrado o 100%. Se elabora eliminando el agua al zumo y añadiendo el agua antes de consumirse.
–Néctar: se añade azúcar y agua al zumo natural. Para cada tipo de fruta hay un contenido mínimo de fruta. Por ejemplo, naranja 50%, melocotón 45% y limón 25%.
Una variedad de lo anterior es el néctar sin azúcar, donde se sustituye azúcar por edulcorantes.
–Refrescos a base de zumo. Aquí disminuye el contenido mínimo de fruta. Limón 6%, pomelo o piña 4%, uva 12%, 8% el de naranja.
Y acabamos con la categoría más pobre, el refresco aromatizado, que no tiene que llevar zumo. Aromas y colorantes sustituyen a las frutas o verduras. Es algo que de ninguna manera debiéramos aceptar bajo la palabra “zumo”.
Un zumo con miel y propóleos para cada estación
Zumos con miel y propóleos en otoño
Es una estación, el otoño, donde hay que evitar la apatía, el ánimo bajo y la ansiedad, así como posibles bronquitis o amigdalitis.
Para ayudar con el dolor de garganta o su irritación, preparamos un zumo que haremos con un cuarto de piña bien madurita, 1 centímetro de raíz de jengibre, 1 cucharada sopera de una buena miel y 5 o 6 gotas de tintura de própolis. Podemos tomarlo o hacer gargarismos.
Otra opción es prepararse un zumo energético. Lo obtenemos al exprimir 2 naranjas y 2 pomelos, 1 cucharadita de miel y 5 o 6 gotas de propóleos, si notamos tocada nuestra garganta. Nos vendrá muy bien a media mañana.
Zumos con miel y propóleos en invierno
Con esta estación, llegan los catarros y afecciones respiratorias. Hay que estar preparados…
Zumo de 2 tallos de apio, 2 zanahorias, 1 diente de ajo y unas hojas de perejil. Completamos con una cucharada de miel y unas gotas de tintura de propóleos y nos resultará útil también para el dolor de garganta.
Zumos con miel y propóleos en primavera
Temporada de alergias y cambios de humor. Afecciones respiratorias como asma o sinusitis.
Hemos encontrado un zumo para ayudarnos a controlar la ansiedad. 1 plátano, 250 gramos de fresas, 1 pera y 1 cucharadita de miel. Y para darle más fuerza, unas gotas de tintura de própolis.
Zumos con miel y própolis en verano
Es en verano cuando tenemos una gran variedad de frutas y verduras. Su ingesta nos ayudará a soportar las altas temperaturas, deshidrataciones y afecciones gastrointestinales.
Para la deshidratación, un zumo con 2 limones, 2 cucharadas de miel y unas hojitas de menta.
Y para el estreñimiento, 2 kiwis, medio melón pequeño, un racimo de uvas blancas y una cucharadita de miel.
Ahora es tu turno….
Deja un comentario
Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.